Propuesta de nuevo cementerio para Igueste de San Andrés
Ante las dificultades de acceso que presenta el actual cementerio de Igueste de San Andrés, y dada la existencia de una propuesta por parte de los vecinos de transformar el actual camino en una pista para coches, creo que es importante considerar la opción de crear un nuevo cementerio.
La pista tiene un impacto importante desde el punto de vista ambiental. A los problemas inherentes de este tipo de obras (huella de carbono por el uso de cemento y asfalto, obtención de áridos, impacto visual, desmontes), hay que tener en cuenta el caso concreto de Igueste de San Andrés. La pista prevista sería una prolongación de la actual Pasaje Cascajo, de reciente construcción. Para empezar, tendrían que saltar el Barranquillo de las Casas Bajas, en la Hoya del Molino. Esa obra tendría un impacto visual muy significativo, puesto que la hoya es uno de los puntos verdes de referencia de Igueste. Además del económico, pues supondría la creación de un puente de unos 30 metros.
El resto del trazado sería muy similar al del camino actual, que es visible desde muy lejos, y de hecho es lo primero que se ve al acercarse por la carretera desde San Andrés, e incluso desde lugares tan alejados como Santa Cruz.
Además, habría que crear un aparcamiento frente al cementerio, lo cual supondría un desmonte considerable, y supongo también que el cementerio deberá ser ampliado en un futuro, pues su capacidad es limitada.
En mi opinión, habría que llevar a cabo dos actuaciones: Por un lado construir un nuevo cementerio, en un lugar más accesible y que admita ampliaciones futuras de manera sencilla. Y por otro lado, mejorar el acceso al actual para personas de movilidad reducida, mediante sistemas mecánicos de remonte.
La ubicación del nuevo cementerio podría ser en la parte alta del barranco, por encima de Los Pedacitos, como se hizo con el nuevo tanque de agua. Toda esa zona está comunicada por una pista, y hay varios recodos con huertas abandonadas y espacio más que de sobra para un cementerio pequeño.
Para el actual, habría que empezar por cambiar el color del firme del camino, pues el impacto es significativo desde lejos. El trazado requiere quizás alguna modificación para que la pendiente sea más uniforme, y una barandilla decente de seguridad.
Y el remonte podría ser de muchos tipos: desde sillas de ruedas 4x4 (que existen), hasta pequeños ascensores con cabinas discretas, como el que construyó el Hotel Abama para bajar a la playa, también en una zona similar, afectada por el dominio público marítimo-terrestre. La distancia desde la Hoya es de unos 250 metros.
Buenos días, José Manuel. Daremos traslado de tu propuesta al área oportuna del Cabildo de Tenerife para su revisión. Gracias por hacernos llegar tu sugerencia.